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JUEGOS INFANTILES: EL HINQUE O PINCHO

 

Este es un juego practicado en los prados mientras se cuidaban las vacas.

Hace muchos años, la mayoría de los prados, no estaban cerrados. Eran épocas de motriles. Por tanto, no se podía abandonar el trabajo porque las vacas se salían enseguida de las lindes. Teníamos ganas que llegase el mes de Octubre, que era cuando los pastos estaban libres y las vacas podían andarlo todo. Con la llegada de la parcelación los prados se han ido cerrando y las vacas pueden quedar solas.

Para este juego es necesario una navaja (que no sea de las celonas o gallegas) y que la pradera no esté muy seca.

Se forma un corro y todos sentados. Empieza el primero y con la navaja puesta encima de la mano extendida, primero por una parte y luego por la otra, intenta clavarla tres veces seguidas. Hay que impulsarla hacia atrás. A continuación con la navaja puesta encima del puño cerrado. El siguiente paso es poner la punta de la navaja en la frente, agarrando la navaja por la hoja, clavarla para atrás del cuerpo. Luego se pone la punta en la nuca y se lanza hacia delante. Por fin se coge la navaja por la hoja y se lanza sobre el suelo. Siempre hay que clavarla tres veces seguidas para poder pasar al ejercicio siguiente. Si no se clavaba, perdía y pasaba al siguiente. Cuando daba la vuelta había que empezar por el ejercicio que no se había completado.

El último en terminar perdía y recibía un castigo que podía ser uno de los siguientes:

LAS HIERBAS MEADAS:

Se meaba un puñado de hierbas y se pasaba por el morro del perdedor. Este intentaba escapar a toda velocidad.

ARRANCAR LA ESTACA:

Se hacía una estaca con un palo no muy largo algo delgado. Los que no habían perdido la golpeaban con las cachas de la navaja, tres veces cada uno, e intentaban clavarla lo más posible. El perdedor tenía que sacarla con los dientes.