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SANTA MARÍA DE CURUEÑO

Isidro González

La Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora aparece como titular de Sopeña de Curueño en la Estadística de la Diócesis de León del año 1896.

Su primer antecedente conocido data del año 980, en una permuta de propiedades entre las monjas de San Andrés de León y el Monasterio de Sahagún. Un tiempo después, alrededor de 1091, en diversos documentos del "Becerro General de Sahagún" que se conserva en el Archivo Histórico de la Biblioteca Nacional, se hace mención a "Santa María de Curonio, que era de propiedad privada, constando su población monástica, siendo dada al Abad de Sahagún por Doña Catalina Bermudez y otros". En términos similares figura en la "España Sagrada" del Padre Risco y también en "Historia del Monasterio de Sahagún", del Padre Escalona.

El paso de las propiedades a cenobios y señoríos tenía lugar de diversas formas, las más comunes eran las simples donaciones a iglesias o monasterios, así se fue incrementando su poderío, aumentando con posteriores compras de tierras a pequeños poseedores. En otros casos, los particulares cedían una parte de sus tierras, conservando otras para su subsistencia, a cambio de protección de los señoríos.

En el "Códice 13, Becerro de Presentaciones, Archivo de la C.L.", al referirse al Arciprestazgo del Curueño (siglos XIII al XV), se cita: "nº 27, Santa María de Curueño, de presentación de Sahagún".

Ya en épocas más próximas, en el "Diccionario de Madoz" de 1850 dice con referencia a Sopeña "...Iglesia de Santa María, de presentación de S.H. en ciertos meses del año y otros de Sahagún".

La actual configuración de la iglesia se inicia hacia 1718 y, entre 1779 y 1817, su titular por aquel entonces, don Leandro de la Avecilla Ordás, nacido en La Vecilla y descendiente de dos notables señoríos, los González de la Avecilla y Otero, respectivamente, fue dándole la forma que ahora tiene, si bien no llegó a terminarla, ya que falleció en la primavera de 1817 sin lograr sus anhelos. Fue enterrado en la capilla mayor. Le sucedió don Cayetano Alfonso que, además de titular de Sopeña, era Arcipreste del Curueño.

La iglesia conserva el estilo románico inicial, con muros de mampostería y sillarejos, nave central y transepto en tradicional cruz latina. Arquerías de medio punto sobre pilastras, con bóveda central de cascarón. De entre las dos campanas, la grande "se hizo en Vegas del Condado en 1768, costó 877 reales".