Logotipo de Sopeña de Curueño

PAN CASERO

 

Es la voz de una mujer del pueblo la que habla, la que nos explica, en estas líneas, cómo se hacía el pan antiguamente.

El "ormiento" (levadura) se tenía que tener preparado para cuando se amasara. Era un pedazo de la masa cruda con la que se hacía el pan, que se sacaba y se dejaba quince días. Aquello fermentaba y se le llamaba "recentadero".

"El día antes de amasar, echaban agua templada y deshacían el "recentadero" para hacer el "ormiento", ehcaban harina y lo ponían en una cazuela al lado de la trébede, para que estuviera caliente. Lo tapaban con un paño para que subiera la masa.

Por la mañana, aquello lo llevaban a la masera y le echaban agua templada, según las hogazas que se quisieran hacer, y le iban añadiendo harina. Deshacían aquel ormiento con la mano y lo iban mojando todo hasta que quedaba una pasta. Después, lo tapaban otra vez con una sábana y luego con una manta, para que estuviera caliente y esponjara.

Se "arrojaba" el horno con urces (que estuviera bien rojo), y luego se barría bien con un escobo hecho de hortelano o de hierba y sacaban toda la brasa hacia la boca del horno.

Después se iban haciendo hogazas, revolviéndolas y dándoles forma con harina, y se iban dejando sobre una mesa, donde reposaban otro poco.

cuando el horno ya estaba preparado, las iban cogiendo con una pala y las metían en redondo, se dejaban cocer hasta que estuvieran listas.

Entonces se amasaba el pan y duraba quince días... como antes éramos seis o más en cada casa, caía una hogaza de tres kilos y medio diaria..."